
¿En qué producciones tiene aplicación la fibra de coco?
Los factores que determinan que la fibra de coco sea un sustrato ideal son sus características físicas: elevada capacidad de retención de agua fácil disponible a bajas tensiones, suficiente suministro de aire y una granulometría que mantenga las condiciones mencionadas. Por eso, la fibra de coco puede ser usada en la mayoría de los cultivos, como los incluidos en la horticultura de consumo y ornamental.
Conocer las características físicas del sustrato es vital para saber la disponibilidad de aire y agua en el sistema radicular de las plantas. Para nosotros es primordial dar importancia a la investigación de diferentes composiciones de fibra de coco, haciendo énfasis en las características hídricas y granulométricas, y complementando la mezcla con evaluaciones agronómicas.

En el sustrato de fibra de coco podemos distinguir tres fases: la fase sólida, constituida por el material que conforman las partículas; la fase gaseosa, que representa el aire contenido en el sustrato, y la fase líquida, integrada por el agua y las sustancias disueltas. La fase líquida requiere de especial atención ya que de ella depende que el sustrato disponga de un reservorio de agua disponible para la planta.
El tamaño de los poros condiciona la aireación y la retención de agua del sustrato. Los poros más grandes están ocupados por aire, mientras que los más pequeños por agua. En consecuencia, cualquier acción que reduzca los poros más grandes, disminuye la cantidad de aire del sustrato aumentando la capacidad de retención de agua. Una situación que puede limitar el correcto desarrollo de los cultivos. A este respecto, los valores aceptables para la capacidad de aireación y de retención de agua dependerán del tipo de cultivo al que vaya destinado el sustrato, además del nivel de cualificación técnica y tipo de infraestructura.
Los cuatros gráficos de la figura 1 responden a diferentes sustratos de fibra de coco en cuanto a su composición granulométrica. El equipo técnico de Projar ha diseñado estos sustratos para satisfacer y dar respuesta a la situación particular de cada cultivo y del nivel de cualificación técnica.
Conociendo las curvas de retención de humedad de cada sustrato se puede determinar el punto de tensión donde los porcentajes de aire y agua se igualan, indicando así el comportamiento de cada sustrato. Los sustratos presentan una elevada porosidad superior al 90%, lo que significa que existe una aireación suficiente compatible con una elevada retención de humedad. Además, podemos observar que la capacidad de aireación para cada sustrato, a bajas tensiones (10 cm) es superior al 20%, y por tanto, adecuada. Los valores de Agua Fácil Disponible (AFD), que es la cantidad de agua que se libera al aplicar al sustrato una tensión entre 10 y 50 cm de agua, son superiores al 30%, dentro de los valores recomendados.

En nuestros sustratos de fibra de coco las curvas presentan un comportamiento general correcto, pero con diferencias en las tensiones donde se produce el equilibrio aire-agua. Esto indica que cuanto mayor es la tensión donde se igualan las curvas de aire y agua, mayor capacidad tiene el sustrato. Por el contrario, cuanto menor es la tensión, menor capacidad. Por tanto, cada uno de estos sustratos requieren acciones distintas de manejo de riego para asegurar el punto de equilibrio requerido por el sistema radicular de un cultivo concreto.
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